Entre 1939 y 1945, se produjo el conflicto más devastador de la historia de la humanidad. La Segunda Guerra Mundial, que enfrentó a infinidad de países, mostró una evolución tecnológica y de producción de armamento asombrosa.
Alemania
Si bien en 1939 Alemania disponía probablemente del ejército más potente del mundo, era consciente de que no estaban preparados para un gran enfrentamiento (ningún país lo estaba). Los dirigentes nazis estimaban que sería en 1943-1944 cuando estarían listos para una contienda global. Sin embargo Hitler tenía mucha prisa y además tampoco esperaba que la invasión de Polonia significara la declaración de guerra.
La producción bélica alemana fue aumentando de manera notable durante el conflicto, incluso en los últimos tiempos en que los aliados dominaban los aires y las factorías alemanas sufrían bombardeos un día sí y otro también. Albert Speer, el ministro de armamento, consiguió unas cifras realmente sorprendentes dadas las circunstancias de Alemania en los momentos finales de la guerra.
Sin embargo a medida que la guerra avanzaba Alemania se enfrentó a una serie de circunstancias que hacía que fuera imposible un final feliz para el soñado Reich de mil años de Hitler. Lo primero fue la invasión fallida de Rusia, que con la declaración de guerra a los Estados Unidos, se iba a enfrentar a los dos países con mayor capacidad de fabricación de armamento. Además, a diferencia de Alemania, disponían de sus factorías protegidas y con millones de habitantes volcados en la defensa de la patria.
El otro gran problema de Alemania fue las materias primas. Y sobre todo su falta de petróleo, algo fundamental como se demostró por ejemplo en la Batalla de Ardenas, donde tuvieron que abandonar muchos tanques por falta de combustible. Mientras duró el acuerdo con Stalin, Rusia cumplía con los acuerdos y le suministraba el petróleo necesario, pero tras la invasión de 1940 dejó de recibir algo que le era fundamental. En la ofensiva tampoco acertó a tomar los pozos petrolíferos del Cáucaso, con un Hitler más obsesionado en tomar Stalingrado sólo por llevar el nombre de su rival que de su necesidad estratégica.
Ya desde 1942 la producción bélica aliada era muy superior a la alemana. Por ejemplo solo en ese año, soviéticos y norteamericanos fueron capaces de entregar más blindados de los que pudo fabricar Alemania lo largo de toda la contienda.
Las diferencias en las entregas de material agregado entre las dos potencias aliadas, muestra unas diferencias que resultaron insalvables.
La Unión Soviética
La invasión de junio de 1941, la operación Barbarroja, pilló completamente desprevenido al gigante rojo. Las famosas purgas de Stalin habían dejado sin la mayoría de la oficialidad del ejército y los soldados eran enviados al matadero por millones. Sin embargo fue capaz de sobreponerse y contraatacar hasta poner contra las cuerdas las “invencibles” divisiones de Hitler. Y uno de sus éxitos fue la de trasladar fábricas enteras hacia zonas seguras en los Urales y Siberia. De esta forma el material bélico era entregado de manera continua al frente.
Estados Unidos
Antes de la entrada de los norteamericanos en la guerra, su producción se mantuvo casi dormida. Las entregas de material a los aliados, como las recibidas por Reino Unido y por las tropas de Stalin en los peores momentos de las embestidas alemanas, lograron evitar la caída de estos países en las redes nazis. Es lo que se llamó Ley de Préstamo y Arriendo. En los dos últimos últimos años de guerra los estados unidos entregaron a Stalin unos 15k aviones, 7k tanques y 400k camiones.
El cambio en la industria de guerra de los Estados unidos fue increíble a partir del año 1942. La industria del país se transformó en industria de guerra y las fábricas fueron transformadas. Donde antes se fabricaban coches ahora construían tanques, igual con las empresas de fabricación de aviones o barcos. Tal fue el aumento de producción que en 1943 eran capaces de construir un tanque en sólo 5 minutos, un avión de guerra en media hora y botar un portaaviones a la semana.
La tecnología de guerra
Apenas habían pasado pocos años desde la Primera Guerra Mundial, pero si revisamos la tecnología que fueron capaces de desarrollar parece realmente increíble. Recordando los primeros y rústicos aviones de guerra de la primera gran contienda, en el año 1944 Alemania sorprendió a todos con un modelo nuevo que podía doblar la velocidad de los mejores aparatos aliados. Era el primer avión a reacción, el Me 262. Los lanzacohetes soviéticos Katyusha que causaron estragos entre las divisiones alemanas. Los super-submarinos japoneses que eran capaces de transportar aviones en su interior, o los lanzacohetes portátiles y muy manejables, como los bazookas norteamericanos o los panzerfaust alemanes. Los cohetes de largo alcance V1 y el mortífero V2, que logró alcanzar Londres desde suelo Francés. Pero no podemos olvidar el arma más mortífera jamás usada por el hombre, la bomba nuclear que no dudaron en lanzar contra las ciudades Hirosima y Nagasaki para obligar a Japón a rendirse.
Tan importante fue la tecnología usada y desarrollada por Alemania, que tras el fin de la contienda, los aliados pugnaron por los científicos, documentos, planos y todo el material que pudieron incautar, fue la llamada operación LUSTY.
Sorprendente la inteligencia de los alemanes para fabricar las mejores armas en la 2da G.M. Hitler por traicionar a Stalin perdió lo mejor de su ejército y materail bélico y por ende perdió la 2da G.M.